La economía del Perú cerraría el año con cifras positivas. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) estima que el Producto Bruto Interno (PBI) aumentará 3,2 %, impulsado principalmente por actividades como la agricultura, la minería, la pesca y el turismo. Sin embargo, el desempeño no es homogéneo y varios sectores productivos continúan mostrando limitaciones.
PUEDES LEER ► Préstamos «gota a gota» mueven más de S/ 4 mil millones: cajas municipales exigen a José Jerí que derogue leyes procrimen
En el ámbito de las agroexportaciones, el 2025 mantiene una tendencia favorable gracias a condiciones climáticas adecuadas y a un entorno regulatorio estable, de acuerdo con la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP). Su presidente, Gabriel Amaro, proyecta que el sector podría crecer hasta 20 % respecto al 2024, año en el que se alcanzaron exportaciones por 12.400 millones de dólares. Productos como el cacao, el café, la uva, los arándanos y la granada destacaron por su buen desempeño, mientras que el banano orgánico, el espárrago y la cebolla registraron una menor demanda en los mercados internacionales.
En contraste, la minería mostró un avance moderado pese a los altos precios de los metales en el mercado global. La producción de cobre crecería apenas 1,5 % frente al 2024, cuando alcanzó los 2,7 millones de toneladas. En el caso del oro, se estima que el cierre de 2025 bordeará las 108 toneladas, un nivel similar al del año anterior. El zinc sería la excepción, con un incremento superior al 15 %, tras haber registrado cerca de 1,27 millones de toneladas finas en 2024.
La inversión minera, por su parte, aumentó entre 5 % y 7 %, llegando a unos 5.300 millones de dólares. No obstante, la presidenta de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Julia Torreblanca, atribuye el bajo dinamismo del sector a factores políticos, la ausencia de nuevos proyectos y al avance de la minería ilegal. Según indicó, el proceso de formalización a través del Reinfo no ha logrado sus objetivos y estaría facilitando que economías ilegales continúen operando, con exportaciones de oro ilegal que podrían alcanzar cerca de 5.000 millones de dólares al cierre de 2025.
El sector pesquero también proyecta un balance positivo al finalizar el año, aunque enfrenta riesgos por la pesca ilegal, que compromete la sostenibilidad de los recursos, según advirtió Jessica Luna, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP). Señaló que existen iniciativas legislativas para ampliar la formalización en la pesca, lo que podría generar mayor presión sobre el sector y afectar especialmente a los pescadores artesanales.
Respecto a la anchoveta, principal recurso del mar peruano, los desembarques superarían ligeramente los 4 millones de toneladas en 2025, por debajo de los 4,5 millones de toneladas alcanzados en 2024. Aun así, hasta septiembre se registraron exportaciones de harina y aceite de pescado por más de 2.131 millones de dólares, lo que representa un crecimiento aproximado de 2,6 % en comparación con el año previo.
En el turismo, si bien los ingresos por divisas muestran señales de recuperación, la llegada de visitantes continúa estancada debido a la inestabilidad política y social, según Carlos Loayza, gerente general de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur). Indicó que, de mantenerse el crecimiento previo a la pandemia, el país debería recibir entre 7 y 8 millones de turistas al año; sin embargo, actualmente la cifra se mantiene muy por debajo. A pesar de ello, el gasto por visitante ha permitido sostener ingresos similares a los obtenidos antes con un mayor número de turistas.
Loayza también advirtió que los problemas en la gestión del turismo en Machu Picchu impedirán que, por sexto año consecutivo, los ingresos superen los niveles alcanzados en 2019, cuando se registraron 4.934 millones de soles. Asimismo, consideró necesario revisar el esquema de la Tarifa Unificada por Uso de Aeropuerto (TUUA) de transferencia y promover destinos del norte, la sierra y la selva central para elevar el flujo turístico anual.
En conjunto, el balance de 2025 confirma que el crecimiento económico del país enfrenta desafíos estructurales. Mientras la agroexportación y parte del sector pesquero sostienen la recuperación, la minería, el turismo y otros rubros continúan condicionados. El reto para 2026 será avanzar en la formalización y generar un entorno más estable que permita un crecimiento más equilibrado y sostenible.
Suscríbete a nuestro RSS