En una región como Piura, donde las lluvias intensas se convierten cíclicamente en tragedias sociales, el abandono del sistema de drenaje pluvial ha dejado marcas profundas. Esta semana, en medio de un contexto donde la población aún convive con las consecuencias de inundaciones pasadas, la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) sostuvo una segunda reunión técnica clave con autoridades locales y regionales, buscando unificar esfuerzos para un proyecto integral de drenaje que, más allá de lo técnico, responde a una demanda social históricamente desatendida.
PUEDES LEER: Comienzan trabajos de remodelación del estadio Miguel Grau de Piura
Una deuda social con Piura: drenaje pluvial más allá del concreto
La jornada, que reunió a representantes de distintas municipales en la región Piura, así como técnicos del Ministerio de Vivienda y del Programa Nacional de Saneamiento Urbano (PNSU), no fue una simple reunión de oficina. Fue, ante todo, un intento de evitar que las inversiones públicas continúen caminando en paralelo, sin responder verdaderamente a las necesidades del territorio ni de sus ciudadanos.
Durante el encuentro se reconoció que algunos proyectos promovidos por las municipalidades podrían entrar en conflicto o duplicar funciones con el Proyecto de Mejoramiento y Ampliación del Servicio de Drenaje Pluvial en Piura, Castilla, Catacaos y Veintiséis de Octubre, iniciativa a cargo de la ANIN. Por ello, se acordó alinear los planes locales con el enfoque técnico de la propuesta integral, que busca no solo eficiencia económica, sino coherencia territorial y sostenibilidad social.
Duplicidad de proyectos: un problema estructural en la gestión pública
Para muchos vecinos de Piura, es común observar cómo obras inconclusas o mal planificadas se convierten en elefantes blancos. La falta de articulación entre instituciones ha sido uno de los mayores obstáculos para el desarrollo sostenible de la región. En este caso, el compromiso de las autoridades de Castilla y Veintiséis de Octubre de compartir información técnica y ajustar sus proyectos al plan integral es un paso en la dirección correcta.
Desde ANIN, se informó que el “objetivo 4” del proyecto ya se ha culminado, mientras que el “objetivo 5” tiene un avance físico del 13%. Aunque la cifra parece baja, representa un avance crucial en términos de planificación y viabilidad, ya que el proyecto aún se encuentra registrado como código de idea dentro del sistema de inversión pública.
El diálogo con la sociedad civil: una necesidad para la sostenibilidad
Uno de los puntos centrales de la mesa de trabajo fue la necesidad de abrir un canal directo de comunicación con la sociedad civil. El equipo social de ANIN, junto con representantes de los tres niveles de gobierno, se ha comprometido a iniciar un proceso de difusión en los barrios y comunidades afectadas por la falta de infraestructura pluvial.
En Piura, donde las lluvias y el desborde de ríos han dejado cientos de damnificados en los últimos años, hablar de drenaje pluvial no es un tema técnico: es una cuestión de supervivencia. El impacto social del proyecto será tanto mayor cuanto más comprendido, aceptado y acompañado esté por la población.
Una promesa que no debe quedar en el papel
Si bien las coordinaciones institucionales son un primer paso necesario, la ciudadanía piurana espera resultados concretos. La continuidad de estas mesas técnicas, el intercambio de información oportuna y el alineamiento de los objetivos técnicos no deben quedarse en compromisos de escritorio. La historia reciente de Piura exige hechos, no promesas.
PUEDES LEER: Piura: ocho destinos turísticos forman parte de la ruta «Caminos del Papa León XIV»
Una oportunidad para reconstruir la confianza ciudadana
El drenaje pluvial ha sido una demanda ciudadana constante en Piura, especialmente tras los devastadores efectos del fenómeno El Niño. La implementación de un proyecto integral que no repita errores pasados y que responda a un enfoque articulado y participativo podría convertirse no solo en una obra de infraestructura, sino también en una herramienta para reconstruir la confianza de la población en sus autoridades.
La región se juega mucho más que un sistema de tuberías y canales: se juega la posibilidad de mirar al futuro sin temor a que las lluvias vuelvan a destruirlo todo. La articulación técnica y política que propone la ANIN puede marcar un antes y un después, pero el verdadero desafío está en mantener el compromiso y convertir las intenciones en soluciones visibles para los vecinos de Piura.
Suscríbete a nuestro RSS