Una de las manoseadas estrategias que utiliza el socialismo es tratar por todos los medios de confundir a la población e imponer su propia “verdad”.
Lo hicieron con el terrorismo; y ahora haciéndonos creer que Pedro Castillo fue drogado y obligado a leer el mensaje del golpe de Estado. No les resultó y ahora han vuelto con el cuento de justificar la violencia por su “derecho” a la protesta.
Los zurdos aprueban que los vándalos tomen aeropuertos, destruyan y dejen a miles de personas incomunicadas. Avalan destruir la propiedad privada porque es de la “oligarquía”, pero se olvidan que eso deja a miles de familias sin trabajo; celebran las pérdidas diarias por 212 millones de soles por daños a la infraestructura; admiten el bloqueo de carreteras y hasta las muertes de menores de edad porque para ellos son los “nuevos héroes”, olvidando que tienen familias.
Lo más irónico es que venden el cuento de que toda esta violencia y muertes son necesarias porque es el “derecho del pueblo” a protestar; pero no reconocen que esa protesta debe ser pacífica y espontánea, no obligada por la fuerza de la extorsión, ni demencial o vandálica destruyendo lo que a muchos peruanos nos costó construir.
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