Resulta que no eran cinco o diez, sino 18 traviesos “Niños” o legisladores del actual Congreso quienes ofrecieron muy serviles y aduladores ellos sus servicios a Pedro Castillo a cambio de dádivas, puestos de trabajo para sus familiares y otros beneficios que la Fiscalía busca esclarecer con la ampliación del caso.
Y ya no son solo rumores o chismes de callejón, sino revelaciones coincidentes de cinco colaboradores eficaces quienes sindican con nombres y apellidos a los parlamentarios apodados “Niños” y los beneficios que obtuvieron para obstruir con sus votos en contra, cualquier intención del Congreso de vacar a Pedro Castillo. Incluso, se sabe, tenían un coordinador encargado de dirigir a los dos grupos de “Niños” que se han detectado.
Este hecho, además de revelarnos el inmoral modus operandi de ciertos parlamentarios que se venden por puestos de trabajo, deja una profunda preocupación en los peruanos por el desprestigio y desconfianza en que sumen a este poder del Estado y da, de paso, argumentos a la extrema izquierda para pedir con desmanes y caos en las calles la disolución del mismo por inmoral, incapaz y obstruccionista.
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