Una nueva especie de serpiente perteneciente a los Andes, bautizada como Tachymenoides goodallae sp. nov., ha sido identificada en territorio peruano por un grupo de investigadores nacionales e internacionales.
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El descubrimiento tuvo lugar en zonas montañosas elevadas, situadas entre los 2,190 y 3,050 metros de altitud, específicamente en las regiones de Pasco, Junín y Puno, según informó el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
Este importante hallazgo fue validado a través de estudios morfológicos y genéticos, y está descrito detalladamente en la publicación científica titulada «A New Species of Tachymenoides (Serpentes: Dipsadidae: Tachymenini) from Peru with Comments on the Taxonomic Status of Galvarinus tarmensis (Walker, 1945)».
La investigación estuvo encabezada por el herpetólogo Edgar Lehr, del Departamento de Biología de la Illinois Wesleyan University (Estados Unidos), en conjunto con César Aguilar Puntriano, quien dirige el Departamento de Herpetología del Museo de Historia Natural de la UNMSM.
El nombre de esta nueva especie es un tributo a la reconocida primatóloga Jane Goodall, en reconocimiento a su extensa trayectoria científica y su dedicación a la preservación de la biodiversidad.
La descripción científica se basa en el análisis de 21 ejemplares recolectados en distintas localidades altoandinas, de los cuales 17 son machos y 4 hembras. Los estudios genéticos, realizados mediante los genes mitocondriales 12S y cyt-b, así como el gen nuclear c-mos, determinaron que Tachymenoides goodallae es una especie hermana de T. affinis y genéticamente diferente de Galvarinus tarmensis, la cual fue reasignada al género Tachymenis.
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Desde el punto de vista morfológico, esta nueva serpiente presenta escamas dorsales lisas (sin fosas apicales), organizadas en series de 19/17/15, una escama preocular, dos postoculares, ocho escamas supralabiales (la cuarta y quinta en contacto con el ojo), nueve infralabiales, entre 139 y 157 escamas ventrales y de 52 a 67 subcaudales. Además, posee una escama cloacal dividida.
El ejemplar de mayor longitud es un macho que alcanza los 559 mm. También se encontraron dos hembras con huevos en formación, lo que sugiere su capacidad reproductiva. En cuanto a su apariencia, la coloración dorsal varía entre marrón oliva y marrón grisáceo claro, salpicada de manchas negras y cremas.
La parte ventral muestra una alta variabilidad cromática, que puede incluir tonos grises, negros, canela y patrones moteados, generalmente acompañados de tres franjas longitudinales irregulares. El iris de estos reptiles es marrón, rodeado por un anillo de color canela amarillento.
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