Los problemas en áreas donde los recursos son escasos acentúan los conflictos en todo el mundo. Empezar a cuidar de estos, disminuye las amenazas.
El acceso y la distribución del agua, la degradación del suelo, las lluvias, las inundaciones, la sequía, la contaminación o la disputa por los recursos naturales, están exacerbando las tensiones y provocando conflictos armados en muchas zonas del mundo, denuncia la ong española Alianza por la Solidaridad.
La organización realiza el llamado de atención a la comunidad internacional para que cambie la forma en la que se involucra en la gestión de los conflictos, en el marco de la celebración del Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos.
Alianza por la Solidaridad sostiene que no se debe obviar la parte ambiental que hay detrás de esas situaciones y se pongan en marcha acciones encaminadas a “la prevención, la alerta temprana y la construcción de la paz, considerando el protagonismo de los recursos ambientales”.
Según la ONG y con datos de Naciones Unidas, en los últimos 60 años el 40 % de los conflictos internos han tenido relación con la explotación de los recursos naturales, tanto por su “gran valor”, como la madera, los minerales, el petróleo, los diamantes, el oro, como por su escasez, como la tierra fértil y el agua.