La presencia del coronavirus en Piura ha desnudado una realidad difícil de entender y explicar. Ha quedado al descubierto la ausencia de liderazgo, la falta de decisiones técnicas basadas en análisis de la realidad, la carencia de sentido común para adoptar medidas de prevención, la falta de criterio para informar a la población de los peligros y las medidas sanitarias para enfrentar la pandemia, por ejemplo.
Hasta ahora se observa la politización de las acciones para proveer de los equipos necesarios de protección a los hospitales, médicos, enfermeras, paramédicos y quienes siguen en primera línea ayudando y continúan en la dignísima tarea de ayudar a los pacientes afectados por el virus.
Inicialmente los que vivimos en el exterior, seguimos preocupados por lo que pasa en nuestro país, nos duele el despido de profesionales de la salud cuando han elevado un reclamo de insumos de protección individual que les permita cumplir con su misión de atender pacientes.
Igualmente, nos avergüenza que en plena pandemia se haya usado los insumos de protección para propaganda política, sin importar las muertes que ocurren es inaceptable. Finalmente, nos sorprendió el silencio de autoridades civiles, políticas, universitarias, religiosas, colegios profesionales y representantes parlamentarios que han demostrado la falta de capacidad y decisiones para ayudar a la población que los ha elegido pero que hoy los han olvidado.
Y más peligroso resulta el no actualizar las cifras de los afectados y decesos para llevar un mejor control y buscar mejores acciones para luchar contra el virus que a nivel mundial ya lleva 10 millones de afectados y miles de miles de muertos.
Otra amenaza
A nivel mundial hay otra amenaza y es el calentamiento global. Piura está atravesando por otra situación crítica que las autoridades y la población no quieren entender: el cambio climático. En Piura. la contaminación ambiental sin control, la carencia de agua para servicios humanos y agrícolas, los cambios en condiciones climáticas, las reducciones en la producción de alimentos, la modificación de la calidad de productos agrícolas de exportación afectando la economía del productor, demandan la necesidad inmediata de acciones y análisis para prevenir insospechables consecuencias negativas en la alimentación de la población de Piura en particular y del país en general. Las autoridades en Piura están obligadas a prepararse para aliviar el efecto del cambio climático en la salud, supervivencia de la población, sistema agrícola productivo y sistema socioeconómico en general.
Es mandatorio que las instituciones relacionadas al gobierno de Piura en todos los aspectos como económico, social, político, investigación, educación, producción, y proyección al igual que las diferentes organizaciones de productores participen para analizar y proponer alternativas que mitiguen el efecto del cambio climático en Piura.
Por lo tanto, las instituciones públicas, privadas y organizaciones de productores/ exportadores deben liderar la demanda de acciones preparatorias para aliviar el efecto del cambio climático.
Demorar acciones es garantizar un desastre avisado
En Piura la salud, agricultura, pesca, y ganadería serán los sectores más afectados por el cambio climático en los próximos años. Perú ha sido considerado un país altamente vulnerable al cambio climático; Piura especialmente en la zona costera baja, semiárida, expuesta a sequías y la desertificación provocada por el mismo poblador piurano, se tipifica ciertamente como una región vulnerable al efecto del cambio climático.
Piura es una de las regiones que tendrá mayor necesidad de adaptarse a condiciones de variabilidad hídrica. La agricultura piurana debe adaptarse a cambios en la administración, uso y manejo de un sistema obsoleto de uso de agua por uno tecnificado y eficiente. Igualmente, Piura tendrá que adecuar su cédula regional de cultivos a situaciones de oferta de agua inferiores a las actuales y los agricultores tendrán que conocer y disponer de alternativas que ofrece la tecnología. Se deberá impulsar vigorosamente la forma de usar el agua y manejar la agricultura, adoptando técnicas eficientes de riego para mejorar la productividad.
Es urgente un diagnóstico de la situación actual para proyectar soluciones que alivien los problemas de la contaminación ambiental, salud, transporte, energía, falta de productos alimenticios de consumo directo, productos de exportación en un futuro inmediato y preparar alternativas ante un desastre potencial en salud, agricultura y economía debido a los cambios de los ciclos de lluvia y sequía, al igual que el incremento de las temperaturas máximas y mínimas.