Vacar a un presidente en el Perú es lo más fácil. Solo hay que tener los 87 votos. En este contexto, en los últimos cinco años se ha sacado a tres presidentes: Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra y Manuel Merino.
En este año, el presidente Pedro Castillo ha afrontado dos mociones de vacancia y posiblemente se enfrente a un tercer pedido, el cual, a decir muchos políticos y constitucionalistas será más estructurado y con mayores elementos de juicio
El abogado David Panta, señala que en el caso del despido del exministro Mariano González se configura el delito de obstrucción a la justicia y el Congreso tiene todas las herramientas para vacar al presidente. Así mismo, la Fiscalía de la Nación tiene más elementos de juicio para consolidar la investigación que le sigue al presidente por ser el presunto líder de una organización criminal.
Gonzalo Ramírez de La Torre sostiene que lo ocurrido con el exministro es “suficientemente grave y descarado como para que muchos estén seguros de que este es, ahora sí, el principio del fin de una administración que nunca se interesó por la gestión pública, pero sí por salvarse el pescuezo y darle trabajo a allegados, prontuariados e incompetentes”.
Panta afirma que, hasta esta semana, las reuniones en Sarratea, las personas cercanas al presidente prófugas son indicios que ya se conocen, a ello se suma un indicio fuerte, que “no solo podría acreditar la organización criminal sino la obstrucción a la justicia. Cuando se juzgue un tema va absorber al otro, es decir la organización criminal absorbe a la obstrucción a la justicia”.
Basa su argumento en el precedente del caso Fujimori. Cuando se le juzgó como autor mediato la Corte Suprema “entendió que los actos de gobierno también manifiestan una voluntad. El acto de gobierno que se ha dado es haber despedido a este ministro. Lo que acreditaría que no es un acto normal de gobierno son los 15 días que ha estado en el cargo”, indica.
Despedir a González , con solo 15 días en el cargo de ministro del Interior, ha sido un acto descarado. Las razones dadas por el presidente son increíbles. Dice que no presentó un plan para la seguridad ciudadana. Si esto se equipara con otros ministros, el de Agricultura ya debería haber salido, puesto que prometió que en julio compraría la urea para los agricultores y hasta ahora no se convocado la licitación.
Ahora el Congreso de la República tiene más elementos para consolidar un pedido de vacancia. Son cinco investigaciones abiertas al presidente y la población espera que casos como el haber encontrado veinte mil dólares en el despacho del secretario general, la fuga de tres de los colaboradores más cercanos, los testimonios de Karelim López y Zamir Villaverde colocan al mandatario en una situación muy complicada y nunca antes vista.
Sin duda que esta tercera moción de vacancia desnudará por completo al Congreso. La ciudadanía podrá ver quién es quién. Lo ocurrido con González es un acto que no debe tomarse a la ligera. De lo contrario, las mociones de vacancia se harán una costumbre en este gobierno y al saberse blindado por parlamentarios que no se inmutan ante lo que está ocurriendo seguirá haciendo lo que quiere y llegaremos al 2026 con las instituciones destruidas y un país en ruinas.
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