Por: Julio Aguilar
La Cortez es un lugar a donde acuden religiosamente muchos comensales piuranos e incluso turistas nacionales. Está ubicada en Buenos Aires, La Legua.
El nombre del restaurante, es en honor a la señora Santos Cortez, la madre de 55 años, oriunda de La Legua, quien tiene el arte de la cocina que heredó de su madre.
Desde adolescente le ayudaba en los quehaceres para atender a los comensales y camioneros que llegaban a la desmontadora y fabrica Calixto Romero de ese entonces, donde se les atendía con desayuno, almuerzo, cena y algunos otros piqueos que pedían en su ramadita.
En la pandemia el negocio de comida fue y vio en la preparación de los chifles una alternativa de negocio. Primero iniciaron con los utensilios que tenían, luego poco a poco se fueron implementando para aumentar la capacidad de producción.
Los pedidos iban llegando de distintos sitios. Los clientes aumentaron y clientes de diversos departamentos del Perú solicitan su producto. Esto los ayudó mantener el personal y seguir trabajando. Los clientes que los visitan a diario comen un chifle caliente recién bajadito del perol, esto les agrada y siempre llevan sus chifles y los recomiendan.
Actualmente tiene varias variedades de chifles que son la delicia de sus clientes. Muchas veces tienen que recurrir a los vecinos para que apoyen en la preparación de los pedidos de chifles, generando fuentes de trabajos temporales.
Este es un negocio familiar, de emprendedores a pesar de la destreza en la cocina de sus mama la señora Cortez fue la visión de sus hijos, quienes decidieron formar este negocio, ellos cuentan su historia:
“Ya desde nuestras épocas universitarias mi mamá nos atendía en nuestro barrio, tanto a nuestros amigos y profesores que llegaban de un viaje de campo o resaca. Aún recuerdo que nuestra casa era de quincha, sacábamos sillas y mesas, mi madre nos preparaba piqueos que le pedíamos con anticipación, con el transcurrir del tiempo terminamos la universidad y seguían llegando cada domingo, es aquí donde nos recomiendan que debíamos abrir un restaurant, augurándonos que nos iría muy bien”, dice su hijo Juan Carlos.
Con la crisis del fenómeno El Niño del 2017 “es cuando decidimos emprender el negocio, renuncié a mi trabajo y nos metimos de lleno en el negocio, teniendo como abanderada a mi mamá”.
Carta semanal
- Lunes: Mondonguito, sopa con pata de toro, piqueos de carne y pescado
- Martes: Atamalado de mero, piqueos de carne y pescado
- Miércoles: Seco de cabrito, piqueos de carne y pescado
- Jueves: Pepián de choclo verde, piqueos de carne y pescado
- Viernes: piqueos de carne y pescado
- Sábado: Sopa de novios, piqueos de carne y pescado
- Domingo: Copús piurano y arroz con pato.
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