El Alto Piura siempre ha sido la caja grande de diversas gestiones regionales y el caballito de batalla para políticos, aspirantes a gobernadores, congresistas, alcaldes y presidentes de la República. Medio siglo de promesas y el agua del Huancabamba sigue su curso hacía el Marañón y desde ahí al Atlántico. Los campos del Alto Piura no serán irrigados por esas aguas, por lo menos, en mucho tiempo.
En esta semana el ruido lo hizo la Junta de Usuarios del Alto Piura. Su presidente, Arnulfo Adrianzén inició una huelga de hambre pidiendo el cambio de las autoridades del Proyecto Especial de Irrigación e Hidroenergético Alto Piura. La razón, mantener paralizado el proyecto y haber gastado 48 millones de soles sin resultado alguno.
La historia del Proyecto Alto Piura es larga. En los años 80 se hablaba con fervor de este proyecto y Guido Raffo Varona encarnaba la lucha. Todos prometían el trasvase de las aguas del Huancabamba hacia el río Piura. En la década del 90 el expresidente Fujimori prometió bañarse en las aguas del Huancabamba, a su paso por Ñácara.
Los hechos más recientes son la firma del contrato con la empresa Camargo Correa y su posterior recisión porque el expediente técnico de la obra estaba incompleto o simplemente no existía. Luego se firmó con el consorcio Obrainsa Astaldi que empezó a perforar el túnel, pero abandonó la obra a fines del 2018.
Cuando la actual gestión de Servando García asumió, lo primero que hizo fue decir que en marzo de ese año se retomaría la perforación del túnel. Su gestión ya está por terminar y no se ha movido ni una piedra. Las excusas dadas por el gerente del proyecto, Manuel Vega Palacios son la falta de certificación del estudio de impacto ambiental.
El proyecto en peligro
La gestión ha puesto todo el proyecto en peligro porque ha dejado sin la reserva de agua al proyecto. Esta gestión, según el presidente de la Junta de Usuarios del Alto Piura, Arnulfo Adrianzén, era tan simple, pero no se hizo. Se trataba de enviar una solicitud a la Autoridad del Agua para que se prorrogue la reserva de los 335 millones de metros cúbicos, La acción no tenía costo y no demandaba de conocimientos especializados.
Desde el 2020 el proyecto no tiene reserva y toda el agua, ahora está en poder de Olmos. El trámite debe iniciarse nuevamente.
A esta irregularidad se añaden otras como el gasto de 48 millones de soles del proyecto que no han sido sustentados y la transferencia de 18 millones al Gobierno Regional.
Mientras tanto, el gerente del Proyecto Manuel Vega Palacios sigue inamovible en el puesto. Los agricultores piden a gritos su renuncia, pero no escucha y tampoco el gobernador, Servando García, se atreve a sacarlos.
Niega todas las acusaciones de los agricultores, entre ellas la de no tener las credenciales necesarias para ejercer el cargo.
“Nosotros seguiremos trabajando seguiremos hasta el último día que nos diga nuestro gobernador. Yo no voy a renunciar. Estamos avanzando con el cuarto componente y con respecto a Yapatera esto va solo queremos socialmente que nos den el saneamiento y el permiso social”, indicó
Adrianzén acusa a García de no escuchar a los agricultores y “como médico no le importó la vida de las personas que estaban en huelga de hambre y dilató el diálogo”. La huelga ha sido levantada, pero la solución a los pedidos presentados por los productores no se vislumbra.
El decano del Colegio de Ingenieros, Hermer Alzamora el haber perdido la reserva de agua del proyecto es muy grave y lleva a repensar en la necesidad de buscar otras fuentes de alimentación. Sin agua, no tiene sentido la perforación del túnel ni la construcción de la presa Tronera. Esta grave negligencia de los actuales funcionarios del proyecto, puede dejar al Alto Piura sin estas obras.
En su defensa la gente, los funcionarios del Alto Piura señalan que no se pidió la ampliación de la reserva hídrica por la pandemia, se debe señalar que la gestión debió ejecutarse entre diciembre del 2019 y febrero del 2020, meses antes de la llegada del COVID-19.
Tanto para Adrianzén como para Alzamora, esto es una muestra de la falta de idoneidad de los funcionarios de esta gestión.
“Servando García tiene que explicar al pueblo cómo se ha perdido la reserva de agua para el proyecto, qué se ha hecho con los 48 millones de soles que se han gastado y no se ven resultados y por qué ha usado 18 millones que eran del Alto Piura en la sede del Gobierno Regional”, explica Adrianzén.
Vega Palacios manifestó que no existe causal de nulidad de los contratos que estuvieron a cargo del ingeniero Richard Idelfonso Tapia Sánchez como encargado del área de Adjudicaciones. Cabe señalar que Arnulfo Adrianzén señaló que Tapia estaba inhabilitado por Servir.
Mientras tanto, Arnulfo Adrianzén, manifestó que continuará con la huelga de hambre si es el gobernador no cumple con lo ofrecido. “Iremos a la puerta del Gobierno Regional para hacer nuestra huelga hasta que destituya al gerente del proyecto Alto Piura, Manuel Vega Palacios”, dijo
“No nos distraigamos en el tercero y cuarto componente que tienen su línea de trabajo, pero sí en el Alto Piura el saldo de obra no se lleva a cabo no vamos a tener la culminación de ese túnel. Nos falta poco, ya tenemos un presupuesto que debemos impulsar y terminar el expediente técnico”, agrega.
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