La mayoría de las personas que consumen tabaco comenzaron en la adolescencia, y quienes inician el consumo a edad temprana son más propensos a desarrollar dependencia de la nicotina y a tener problemas para dejarla.
Los análisis de la encuesta National Youth Tobacco Survey (NYTS) sobre el consumo de tabaco en los jóvenes revelaron que el 20,8% de los adolescentes que consumían tabaco informaron que sentían deseos de consumirlo dentro de los 30 minutos después de despertarse, un síntoma clásico de la dependencia de la nicotina.
Toda exposición de los jóvenes a la nicotina es preocupante porque el cerebro de un adolescente aún está en desarrollo, y la nicotina tiene efectos en el sistema de recompensa del cerebro y las áreas que participan en las funciones emocionales y cognitivas.
También sugieren que el consumo puede perpetuarse hasta la adultez.