Los síntomas varían en cada persona, pero pueden incluir: visión borrosa o doble, párpados caídos, dificultad para hablar o tragar, así como debilidad en cuello, brazos o piernas, rostro sin expresión o dificultad para sonreír. En casos graves, incluso puede afectar la respiración
Esta condición puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente en mujeres jóvenes y hombres mayores. Por eso, si notas alguno de estos síntomas, acude de inmediato al centro de salud más cercano. Un diagnóstico temprano hace la diferencia.
Para la detección se realiza una entrevista médica, examen físico y neurológico, análisis de sangre, pruebas de función muscular, tomografía o resonancia, entre otros estudios.
La miastenia gravis tiene tratamiento. Se puede controlar con medicamentos, terapia inmunológica y, en algunos casos, cirugía. Además, el Seguro Integral de Salud (SIS), junto con el Fissal, cubren de forma gratuita las atenciones de salud a las personas diagnosticadas con esta enfermedad.
Desde el Ministerio de Salud se viene trabajando activamente para mejorar la atención de quienes viven con enfermedades raras y huérfanas, como la Miastenia Gravis, en el marco de la Ley n.° 29698 y su modificatoria n.° 31738. A través de la campaña #RarasPeroNoInvisibles, estamos promoviendo la difusión de información y sensibilización sobre estas condiciones.