Puede ser aguda, estridente, contagiosa, irritante, en fin. La mayoría de los expertos reconocen que la risa es una respuesta que desarrollamos a los cuatro meses de edad, frente a diferentes estímulos.

Una aliada para el corazón. Según distintas investigaciones la risa cotidiana sería un excelente ejercicio cardiovascular, especial-mente para aquellas personas que no pueden realizar alguna actividad física.

También prevendría problemas cardíacos, pues su estimulación en los músculos impacta positivamente en el funcionamiento de los vasos sanguíneos.

Controla la presión arterial. Diferentes estudios encontraron que la risa sería capaz de estimular nuestro sistema circulatorio, reduciendo nuestra presión arterial gracias a la oxigenación muscular que sus movimientos producen. Alivia dolores.

Un estudio de la Universidad de Oxford encontró que al reír nuestro cerebro libera endorfinas. Estas tienen efectos analgésicos, por lo que ayudan a controlar el dolor crónico y promueven una sensación de bienestar.

Sin embargo, los profesionales destacaron que esto puede apreciarse con las carcajadas y no con la risa de compromiso.

Dato

Al reírnos, los músculos del estómago se contraen y expanden, generando un efecto similar al que se obtiene ejercitando los abdominales. Expertos informan que la liberación de endorfinas, la estimulación de la circulación.