Si el objetivo de estos personajes en las organizaciones, es aprender a ser uno mismo, auténticos y espontáneos, he irse mejorando en el día a día en ese trabajo profesional, en el hogar con su familia, o en sus círculos sociales, etcétera, es porque quieren, a pesar de las circunstancias, inspirar a otros a grandes cosas y persuadirles a que conquisten sus sueños.

Estos líderes, lo tienen muy bien interiorizado, saben que su gestión para dejar huella y trascender, es tener los talentos para generar buenos resultados, y el talante, para generar ambientes de amabilidad con todos, propios de la cultura del encuentro y de la ternura. Tienen como prioridad, generar capital social – confianza-, para que los colaboradores, sientan y se unan a sus causas, con sentido de pertenencia; con un apoyo activo harán de ese trabajo diario, algo extraordinario.

Así, ellos y todos, sentirán orgullo de lo que están haciendo dentro de un equipo de trabajo. La misión se debe mantener muy clara para todos los involucrado, y la comunicación de estos líderes con sus trabajadores debe ser constante, con la destreza para escuchar y para hablar, manteniéndoles así, muy acoplados con la visión que persiguen.

Cuando corresponde, estos líderes, con una competencia pertinente, hacen que sus colaboradores encaren su realidad, y luego luego, con ellos, facilitan un nuevo sentido de dirección y de optimismo, forjando un ambiente de aprendizaje para revertir las situaciones críticas con mucho ánimo. El ambiente de trabajo debe ser de mucha fraternidad, de mucha escucha, de mucho respeto y de mucho reconocimiento a los esfuerzos realizados. Esto genera una fuerza interior – un sentir- para seguir esforzándose y sorprendiendo. No olvidemos los factores influyentes para seguir a este personaje, llamado líder, el “quién” me lo dice y el “cómo” me hace sentir con lo que me dice. Se confirma entonces, una vez más, que la comunicación tiene que ver mucho con el liderazgo.
Los líderes entienden que la mejor comunicación es hablar con la verdad, cuidando los modos. Piensa como hombres sabios, pero se comunican con sencillez.