Una sola salud para el Perú que queremos

Por: Edwin A. Vegas Gallo / colaborador

La agenda de la salud para el Perú que queremos de cara a 2100, debe considerar necesariamente, los determinantes sociales y ambientales, de aquella ,bajo el concepto acuñado por la OMS de “UNA SOLA SALUD”, en un enfoque integrador, multidisciplinario, reconociendo la estrecha interdependencia entre la salud humana, la salud animal y la salud de los sistemas naturales urbanos y rurales, en los cuales vivimos.

Esta nueva agenda de salud, pasa por la transición al nuevo modelo de desarrollo con sostenibilidad, primariamente en la evaluación de riesgos o el nuevo desafío de la epidemiología ambiental, la prevención de riesgos en poblaciones vulnerables, en indicadores y laboratorios de salud ambiental, así como las relaciones entre las ciudades y la salud, con control de la contaminación atmosférica, además de considerar la migración de lo rural al mundo urbano, de los pueblos jóvenes a ciudades intermedias y la transición más relevante, del subdesarrollo a la modernidad, así como el control de la violencia e inseguridad ciudadana que repercute en la salud mental.

Asimismo, este concepto de UNA SOLA SALUD, pasa por considerar el cambio climático con enfermedades infecciosas y virales emergentes, el deterioro de los sistemas biológicos y de la biodiversidad, con implicaciones para la la salud humana y ni que decir la protección de la salud del consumidor como derecho humano fundamental.

Esta nueva agenda para la salud pasa, por la evaluación de la interacción entre energía y salud, adoptando el enfoque de ciclo de vida de la energía, considerando que en cada etapa de ese ciclo puede haber interacciones positivas o negativas sobre la salud.

Ni que decir del desafío, para que todos los hogares del Perú tengan acceso al agua potable y saneamiento básico. Igualmente pasa por considerar la relación de la salud pública con los cultivos y los alimentos genéticamente modificados, siempre en la búsqueda de sistemas agrícolas sostenibles.

Inclusive la buena salud pasa por interactuar con oportunidades de trabajos decentes, con ingresos adecuados para mitigar la pobreza , con entorno de trabajo seguro y saludable, con acceso a la protección laboral y la seguridad social. Todo ello, alejado del clientelismo político.

Entre otros determinantes sociales, de la política pública de salud, hay que considerar la relación con la seguridad vial y los desastres naturales.

Sólo con políticas transversales multisectoriales, podremos transitar en un nuevo modelo de desarrollo, en el que se haga plenamente efectivo el derecho de todos los peruanos nacidos y los que están por nacer, a disfrutar del más alto nivel posible de salud física y mental, con mayor esperanza de vida.

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