Lo más urgente para el país es encontrar una salida ordenada a la crisis de gobernabilidad; designar a ministros capaces que generen confianza y mantenerlos en sus cargos; darle un norte al país, crear las condiciones para retomar la senda del crecimiento que en el primer año del Gobierno ha sido cero, pero parece que es lo que menos le interesa al presidente Pedro Castillo.
Cualquier medida urgente para detener el empobrecimiento de la población y retomar la generación de empleo, es algo secundario para el precario “Gobierno del pueblo”, cuyo principal objetivo es desprestigiar al Ministerio Público, obstruir las cinco investigaciones en contra del presidente y su entorno y dilatar el tiempo todo lo que pueda, con tal de mantenerse en el poder.
El show que armó el jueves movilizando como siempre a una gran cantidad de policías que tanta falta hacen para combatir el delito en las calles, la pomposa frase de que no obstruye la justicia y que se somete a las investigaciones para luego hacer todo lo contrario y no responder a ninguna pregunta de la Fiscalía sobre los actos de corrupción que se le imputan, solo evidencian su predecible estrategia de distraer y entorpecer la justicia.
Lamentablemente en lo que resta de la era Castillo, los peruanos no podemos esperar más que actos para victimizarse, cortinas de humo, ataques a los magistrados que lo investigan y a los medios de comunicación que “no difunden sus logros” o que “pagan a los periodistas” para preguntarle sobre las acusaciones de sus examigos cercanos que ahora lo hunden cada vez más.
Mientras tanto, y no solo debido a la inacción y desgobierno de Castillo sino también por la decisión de la mayoría de congresistas de quedarse en sus curules aunque las grandes mayorías pidan a gritos “que se vayan todos”, el país continúa paralizado. Mientras el crecimiento económico sigue siendo cero, para Castillo y el Congreso que lo mantiene en el cargo, aquí no pasa nada.
La “convocatoria” lanzada el jueves por el profesor a los partidos políticos, sociedad civil y organizaciones para conformar un “gabinete de ancha base que trabaje por el Perú” , una vez más terminaría siendo un fallido intento de maquillar un gobierno gravemente debilitado, al que solo aceptan ingresar quienes se sumen al objetivo principal de Castillo, defenderse y lograr impunidad.