Como rostros visibles del Estado, alcaldes, goberador, ministros e integrantes de sus equipos técnicos y la propia presidenta de la República, no pueden seguir siendo ciegos, sordos y mudos ante el clamor piurano para que dejen de perder el tiempo y se pongan a trabajar en todo lo que ayude a reducir el impacto del desastre climático que se avecina.
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El Niño Global no es una quimera. Ya empezó, lleva meses manifestándose a través de las anomalías climáticas que dejaron a los valles piuranos casi sin limón ni mango y a los mares sin especies como la anchoveta. El calentamiento del mar no se detiene y la probabilidad de un Niño con lluvias moderadas a intensas se mantiene en 66%.
Para el último jueves, el Senamhi emitió una alerta roja de 24 horas debido al aumento del caudal de las quebradas de la sierra de Piura, producto de las últimas precipitaciones en distritos de la provincia de Huancabamba.
Es decir, solo es cuestion de meses, todo noviembre y la primera quincena de diciembre para que se reanuden las precipitaciones, luego de casi medio año de tregua. No obstante, quienes deben liderar las operaciones de respuesta ante el FEN (Ejecutivo, GORE y Municipalidades) siguen con sus rutinas como si nada pasara.
Con avances del 3% o 0%, claramente -según el jefe de Defensoría en Piura- el tiempo nos va a ganar y las obras y actividades de mitigación no estarán concluidas hacia el mes de diciembre. Como si no fuera suficiente con el retraso en la asignación de recursos y ejecución, las autoridades se empeñan en no advertirle a la población sobre estas deficiencias. ¿Qué están esperando?
Por respeto a su investidura de servidores del pueblo y por consideración a Piura, lo mínimo que se espera de quienes tienen el poder en sus manos, es ser transparentes y claros con los ciudadanos para que sepan cómo prepararse. Adicional a ello, ya no es hora de debates ni enfrentamientos, solo cabe agilizar la ejecución de obras o actividades de mitigación por 897 millones asignados a la región (según el MEF) dándole el carácter de urgencia que la situación amerita.
Solo el GORE tiene asignado S/304 millones para 230 intervenciones y compra de bienes. Diresa recibió cerca de 12 millones del MEF y su avance es 6.6%. Hay dinero, solo falta ejecución eficiente y transparencia.
