Soberanía y tiranía

Por: Pbro. Miguel Medina Pacherre / SACERDOTE

La soberanía implica poder supremo e independiente del estado; ahora bien, en los estados democráticos, el poder reside en el pueblo y sus gobernantes son sólo administradores temporales y no dueños; en tal sentido, la señora que pésimamente nos gobierna, no es la soberana, pero, se ha convertido en tremenda tirana que hace lo que se le antoja o lo que más le conviene para enriquecerse, blindarse y con las posibilidades de fugarse.

La soberana sinvergüenza se ha premunido de un poder absoluto que nadie toca ni cuestiona con la complicidad de naranjas, celestes, rojos y bancos; ha promulgado la ley de amnistía para ganarse el favor, protección y silencio de la “generalada” y embolsicarse de paso a las FFAA y PNP y también al INPE quienes le obedecen sin dudas ni murmuraciones; por eso, hace lo que quiere con la vergonzosa anuencia de un gabinete, ramillete de convenidos y de truhanes, sino, fíjense en el Ministerio del Interior y en Justicia, todo vale con tal de tapar la boca a quienes puedan delatarla; tiene además el total apoyo de la minería ilegal representada en ese muy bien “aceitado” congreso que lidera el ranking como el primero en corrupción, perversidad y desvergüenza, esos muertos de hambre y de todas las sangres.

Este gobierno inmoral traspasó la línea de la decencia, la justicia y del bien; el “rambo” censurado del “Interior” ahora será el tremendo mal juez de su propia causa, quizá mañana lidere la JNJ o el TC, según convenga, quizá sea después, “Jefe del Comando Conjunto” de la Isla Santa Rosa; todo vale, el gato está como despensero, estemos alerta.

Invocar la soberanía nacional y control sobre los territorios de modo patriotero para las cámaras y los medios y a la par, ser incapaz de gobernar su propia vida dando rienda suelta a los más bajos instintos y apetitos, es la mayor y más abyecta hipocresía; el gobierno “soberano” ha vendido al mejor postor la economía nacional; aquellos “soberanos” congresistas, ministros y generales, obedecen sin embargo a pie juntillas los dictados de las potencias extranjeras o capitalistas peruanos y foráneos que asfixian la manufactura, el comercio, la agricultura, la minería y la pesca nacional; toda una coalición diabólica que vulnera la soberanía de los hogares con desempleo o empleo precario, manipula el sistema de pensiones y de salud; y encima se incrementan el sueldo a como se les antoja”, una coalición que debe terminar ya, y eso está en las manos de todos si promovemos el ¡Nunca más estos delincuentes”.

Necesitamos un nuevo “Ensayo de Interpretación de la Realidad Peruana” que promueva colectivos con verdadera vocación democrática y que favorezca la justicia y el derecho; es la hora de un verdadero patriotismo que propicie y seduzca gente noble, eminente y digna; gente que como San Juan Bautista anuncie, inicie y prepare el camino para construir un nuevo Perú verdaderamente libre; nuevos próceres y nuevos precursores de la nueva Patria.