El 2020 ha sido muy complicado en casi todos los aspectos: sanitario, político, económico, social, entre otros sectores, que han originado los peores resultados económicos de los últimos 100 años. Por ello, es preciso realizar un recuento de los principales retos en nuestra localidad para el 2021.
En salud, Piura es la tercera región con más fallecidos por COVID-19, solo después de Lima y La Libertad al finalizar el 2020, según el MINSA. El mercado, las playas e, incluso algunos centros de esparcimiento siguen generando aglomeraciones. Considerando que Piura solo tiene 76 camas UCI, es urgente fortalecer un plan de contingencia que amplíe la capacidad operativa. Se necesita una campaña que informe adecuadamente a la población y evite la propagación de noticias falsas. Por ejemplo, en redes sociales, aparecen mensajes aduciendo que las vacunas contienen microchips para controlarnos y alterar nuestro ADN; y/o promoción de tratamientos, sin sustento científico, que podrían afectar la salud.
En educación, se ha incrementado la brecha educativa entre Piura y sus provincias. La estrategia “Aprendo en Casa” resultó un fracaso para distritos de alta pobreza como Lagunas, Pacaipampa, Sapillica, etc.; pues la mayoría de los estudiantes no cuentan con servicios eléctricos para la realización de las clases virtuales.
En lo laboral, nos hemos quedado dormidos al momento de exigir nuestros derechos. Con respecto al agro, a diferencia de otras regiones, la respuesta de Piura ha sido tibia, a pesar de ser una de las regiones con mayor producción agrícola del país. Por ello, es necesario, hermanos piuranos, crear conciencia social para manifestarnos ante la injusticia.
En lo político, se demostró que los jóvenes y la población en general tienen una enorme capacidad para realizar reformas. Un ejemplo de ello es la presión que ejercieron en las calles para la renuncia del expresidente Manuel Merino. De otro lado, esta pandemia desnudó la incompetencia de nuestras autoridades locales y su falta de escrúpulos para llenarse los bolsillos. Se identificaron presuntos actos irregulares cometidos con el presupuesto asignado por el Ejecutivo para las poblaciones vulnerables y una escasa ejecución presupuestaria. Por ejemplo, las municipalidades de Ayabaca y Piura sólo ejecutaron el 21,5% y el 29,5% de su presupuesto al cierre del 2020.
Finalmente, hermanos piuranos, propuestas populistas y radicales empezarán a surgir, aprovechando el descontento de la gente por su clase política. Lo que nos queda es ser responsables con nuestro voto, recordemos que Piura es la segunda región más poblada del país después de Lima.