Reabrir cines, teatros, gimnasios y casinos permitirá recuperar –según el gobierno de Sagasti-, más de 146 mil empleos que se perdieron a causa de la pandemia del COVID-19. La preocupación de los médicos es comprensible, pues nadie asegura el cumplimiento de los protocolos en estos locales, como ocurre hoy con los centros comerciales y mercados donde han olvidado hasta el distanciamiento social.
¿Quién controlará que se cumpla con el aforo de solo 40% en los locales que reabrirán? Hoy nadie supervisa la capacidad en los centros comerciales, tampoco se hace en los restaurantes que cada fin de semana están llenos de comensales sin mascarilla y a menos de un metro de distancia. Algunas discotecas en Los Ejidos y Veintiséis de Octubre ya funcionan de manera clandestina, así como bares y picanterías y tampoco están bajo control.
Con la reapertura de estos nuevos locales, por tanto, sería conveniente que la población tome conciencia y evite ingresar en locales pequeños y atiborrados de personas, pero, además, que denuncie a aquellos que no cumplen con el protocolo sanitario. No olvidemos que el COVID no ha desaparecido.