Parece que los piuranos hemos entrado en negativa con el Covid-19. Nadie quiere escuchar ni saber nada del virus. Lo preocupante es que muchos creen que es puro invento y otros que ya se fue de Piura, por tanto, han empezado a salir masivamente a mercados, centros comerciales y en especial a los restaurantes y bares donde hacen cola para ingresar.
Los fines de semana es cuando mayor concurrencia se aprecia en las cevicherías y restaurantes, así como en centros de esparcimiento mientras que en el transporte ni siquiera se exige ya el protector facial. Los protocolos se han descuidado y no es extraño ver que en algunos locales no existe el gel, alcohol ni las bandejas de desinfección de zapatos. Incluso, los mozos atienden con la mascarilla por debajo de la nariz.
Si bien muchos quieren olvidar la pesadilla del COVID-19, el incremento de casos y fallecidos (12 por día) en los últimas 72 horas nos está advirtiendo del descuido, la irresponsabilidad y el desgano en que hemos caído. Dejando de lado la segunda o tercera ola, este incremento de casos preocupa a los médicos y más nos debería preocupar a todos porque hasta las camas UCI están hoy ocupadas.
