La estrategia de educación a distancia “Aprendo en casa”, anunciada por el ministro de Educación, Martín Benavides, para iniciar desde casa el año escolar, necesariamente debe incluir a las zonas rurales, tanto a las que tienen señal de internet como las que no.
Si el solo hecho de dar clases por Internet es todo un reto que implicará para los alumnos un salto brusco, de la noche a la mañana; es imprescindible que el Estado garantice no solo la igualdad de oportunidades para los escolares, sino también tener el tino necesario para no poner en riesgo la continuidad de la enseñanza y sobre todo el logro de los objetivos propuestos por el Minedu para el presente año.
Otro aspecto que, según los especialistas, no se debe descuidar en las sesiones, es el sicológico. Semanas después de haber estado por primera vez obligados a no salir de sus casas, los niños, niñas y adolescentes requieren que la “vuelta al colegio” por vía virtual, radio o televisión, no sea traumática, es decir que no les implique mayor carga
tensional de la que ya han sufrido por el confinamiento.
Tal como recomienda el exministro de Educación del Vexler en esta edición, sí es posible reanudar la enseñanza aprendizaje a distancia y el Minedu tiene experiencias exitosas al respecto, pero siempre y cuando los maestros no atiborren a los alumnosa con tareas para la casa.
No debe perderse de vista tampoco la importancia de articular dicha estrategia con los gobiernos regionales que tienen a su cargo las direcciones regionales de educación y las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL).
Por otro lado, e independientemente de los resultados que se obtengan con esta experiencia nueva, el solo hecho de aplicar la teleducación es ya un gran paso, pero también un reto que los nuevos tiempos imponen al sector Educación. Este desafío debía haber sido asumido hace tiempo por el Minedu y no solo debido a esta situación excepcional presentada; también porque, si se aplica de la mejor manera, tiene una serie de ventajas como ser más inclusiva, al permitir llegar no solo a escolares de zonas alejadas del campo y la ciudad, sino también a quellos que, a pesar de tener algún grado de discapcidad, pueden ejercer tranquilamente su derecho a educarse, y todo sin salir de casa.