En medio de los sobresaltos por la baja recaudación, déficit financiero, contagios de trabajadores municipales, muerte de algunos, entre otros impactos de la pandemia, una de las buenas noticias que levantan el ánimo de los piuranos es el nuevo rostro que en estos difíciles meses ha ido adquiriendo el Complejo de Mercados.
Producto de trabajos ejecutados con 4 millones de soles de inversión y que no se detuvieron por la pandemia, las otrora insalubres vías públicas del centro de abasto lucen remodeladas, con pistas, veredas, estacionamiento, áreas verdes, así como el “urbanismo táctico instalado en puntos estratégicos”, según la comuna.
Desde este matutino hemos sido muy críticos con diversas gestiones municipales, incluida la actual, debido a la falta de eficacia en sus operativos de liberación de vías públicas, acciones que casi siempre han terminado siendo un simple saludo a la bandera, pues el caos regresa ni bien se retiran los serenos y policías. Y es que aún actualmente en las avenidas Sullana, Eguiguren y Sánchez Cerro se puede encontrar, en ciertas horas, vendedores ofreciendo sus productos en pistas y veredas, e incluso algunos se las ingenian para burlar el cerco establecido y custodiado por personal municipal.
Sin embargo, basta con fotografiar las remodeladas arterias del centro de abasto y compararlas con imágenes de semanas previas a la pandemia, para constatar que las mejoras son indiscutibles. Atrás quedaron los cerros de basura, los charcos de agua y frutas podridas.
Ya sea por miedo al contagio o a la persistencia de la autoridad edil que mantiene piquetes de fiscalizadores durante más horas en los mercados, lo cierto es que la cantidad de informales se ha reducido considerablemente y el orden empieza a ser un elemento característico del tradicional complejo comercial de Piura.
La Municipalidad Provincial anuncia la próxima rehabilitación de las avenidas Blas de Atienza y Mártires de Uchuracay. Sin embargo, para que el objetivo anhelado por los piuranos (que recibamos el Bicentenario de la Independencia nacional con un mercado digno de la primera ciudad fundada por España en las costa del Pacífico Sur), las obras de cemento deberían ir acompañadas de voluntad política para garantizar la continuidad de las mejoras. De lo contrario, volverá el caos y la informalidad.