Médicos y ciudadanos acuciosos no encuentran lógica en las decisiones del gobierno al restringir la movilidad ciudadana, el uso de playas o prohibir el transporte privado.
Incluso, el calificar a nuestra región como de riesgo alto, cuando ni siquiera se rastrea el avance del virus porque no se están aplicando prueba alguna para saber el número de infectados.
Antes se hacían las pruebas rápidas que, aunque no eran 100% eficientes, por lo menos había la intención de monitorear el nivel de contagio. Hoy se aplica la prueba molecular, pero de manera restrictiva, no está disponible para todos (no se sabe por qué), pues parece que la política pública del Minsa es evitar conocer el avance real de esta pandemia.
Es más, todo lo que hoy hace el gobierno de Francisco Sagasti se hizo el año pasado. el toque de queda, la cuarentena, restricciones en el transporte, etc. no funcionó. Prueba de ello es que el Perú se ubicó entre los cinco países de mayor mortandad. Hoy se insiste en lo mismo, pero se deja de lado el monitoreo del virus a través de las pruebas que es lo más eficiente que existe para rastrear, ubicar y cercar a los infectados o zonas de contagio.