En tiempos de nerviosismo político, habría que estar muy atentos para no caer en tentación, sobre todo el partido Morado, que para algunos conspicuos analistas políticos, estaría aprovechando la llegada de una pequeña cantidad de vacunas para promocionar al presidente Francisco Sagasti y, de paso, a la agrupación en campaña electoral que él representa.
Razones no les falta: el analista Hugo Guerra afirma que ha sido un show mediático desplegar miles de policías, dar un mensaje a la nación por la llegada de 300 mil vacunas que solo alcanzará para vacunar a 150 mil peruanos, que representan menos del 1% de la población estimada en 34 millones; mientras, la falta de oxígeno y camas UCI dicen lo contrario del manejo de la pandemia.
Pero hay algo más que inquieta y son las promesas que no se saben si se cumplirán. Una de ellas el anuncio de la vacunación a escala nacional, pero no hay certeza de que haya vacunas disponibles, pues estas llegarán a cuentagotas. Igual, se anuncia vacunación de miembros de mesa electorales, pero no habrá tiempo, logística ni vacunas para todos. Más vale no pecar por exceso de confianza, así que a seguir cuidándonos.
