Eso parece ocurrir con dos hechos que han tocado al gigante: La muerte de un congresista por carencias en la atención médica en las provincias y la falta de agua potable.
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El problema de salud en sus ‘satélites’ es una realidad que se vive desde hace muchas décadas. Faltan especialistas, médicos, horarios de atención apropiados, medicinas y un largo etc. de necesidades que recién, parece, se han enterado que subsisten en las regiones. Ahora se entiende el clamor permanente de exigir hospitales, medicinas y mayor atención de salud para la población.
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El agua es otro tormento para las provincias. En Piura es un lujo tener agua las 24 horas del día, pues esta llega solo por contadas horas, con baja presión y de mala calidad. En Lima, solo unos días sin agua y se armó la tragedia griega; en Piura hay sectores populares y urbanizaciones que se quedan sin este recurso por varias semanas y nadie se entera ni hace cuestión de estado por este abuso. Esta es la realidad de las regiones.
