El trabajo remoto se había convertido en una especie de esclavitud virtual. Los mensajes, órdenes, directivas, trabajos por concluir y consultas, mantenían a los trabajadores de hoy en permanente estado de alerta y estrés las 24 horas del día (trabajador 24/7). La reciente norma del Ejecutivo, lo libera de la responsabilidad de mantenerse conectado después de cumplir su jornada laboral.
Sin embargo, esta ley debe ser más explícita porque solo regula el trabajo remoto que se estableció en el país como medida excepcional y temporal a causa del Covid-19; pero no se tiene en cuenta que este derecho, que desde hace cuatro años se aplica en Europa, nació por el uso masivo de las tecnologías de la comunicación. Nadie escapaba a las órdenes y mensajes laborales a través de Whatsapp, Twitter, Messenger o correos electrónicos.
por ello, la norma, que si bien llega como alivio para muchos trabajadores, debe sustentarse y ampliarse permanentemente a las tecnologías de la comunicación (TICs), según los juristas, porque de terminarse el trabajo remoto, el hostigamiento de empleadores y representantes podrían seguir de largo a través del celular.