El avestruz y la tortuga son dos animales que cuando sienten el menor signo de peligro esconden inmediatamente la cabeza.
Esa misma estrategia ha adoptado durante los últimos tres años el gobernador de Piura para no dar cuenta a los piuranos de los graves problemas, en especial, en el sector salud donde –a puertas de dejar el cargo-, no se reflejan grandes logros. Por el contrario, según los piuranos que preparan una marcha, deja este sector peor que como lo encontró.
El hospital de Alta Complejidad y los centros de salud estratégicos son un ejemplo de esa ineptitud de gestión. El primero ha perdido hasta el financiamiento y los centros de salud que empezaron con mucha bulla terminaron paralizados y sin señales de continuarse por el momento.
Sobre el hospital de Alta Complejidad prácticamente hemos vuelto a cero, intentando con el Minsa hacer “una chanchita” para elaborar el expediente técnico de un proyecto ambicioso que al ritmo que va y con la indiferencia que muestra el gobernador, terminará convirtiéndose en una posta más del montón y no en un hospital moderno como exige Piura desde hace años.
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