En una elección, cualquiera que esta sea, siempre hay expectativa, tensión y toda la parafernalia de propaganda y marketing. Ese ajetreo electoral es ajeno por estos días en los locales partidarios. Por allí todo es calma porque todos saben hace meses, quiénes son los elegidos para representar a la agrupación política en la contienda electoral del 11 de abril. Algunos, incluso, se promocionan hasta con su número de ubicación.
Es decir, hoy domingo 29, los siete partidos que han optado por elecciones internas a través de “voto universal y libre” lo harán solo para cumplir con la formalidad que exige la ley electoral. Igual lo harán otros 19 partidos que han escogido la modalidad del voto de delegados o mixto, pues la realidad es que todo está conversado y consumado hace rato.
Quiere decir que los partidos políticos cumplen con la ley, pero al interior manda la oligarquía. Son los caudillos los que deciden –de acuerdo a cuánto aporta el aspirante- quién va primero… Los partidos están cerrados a los militantes de base cuya labor, si no tienen dinero ni mérito alguno, es ser el obrero para pintar murales o repartir volantes en las calles… y, claro, votar obedientemente.