Juan Romero López

Por: Sigifredo Burneo Sánchez / Vicepresidente Académico UNF 

Juan Romero López nació y creció en tierra piurana, castellana específicamente. La poesía y la justicia se convirtieron rápidamente en factores determinantes de su vida: amar la belleza y construir justicia. Dos temas fatalmente menospreciados en nuestro medio sociocultural, hasta peligrosos para ciertas mentalidades obcecadas, que lo condujeron por rumbos marginales; pero que él asumió con decisión y valentía.

Su producción literaria ha transitado por diversas temáticas y estilos, desde perspectivas socioemocionales (Riesgo público, 1981) hasta poesía para niños (Porompompero), pasando por narración didáctica (La preocupación de un libro).

Su preocupación intelectual siempre optó por los intereses populares y su conducta pública marchó en consecuencia. Su permanente presencia en organizaciones defensoras de los derechos humanos testimonia su identificación ideológica veraz y sostenida, mientras que su interés literario se expresa en los libros publicados, como, por ejemplo, además de los ya mencionados: Poemas en rojo y blanco, Mi mascota y otros animales, Pío, pío, pío, pollito amarillo, que se encuentran en circulación pública.

Un somero análisis literario nos permite descubrir algunas de las características de su estilo. En el poema Rojiblanca es mi patria, escribe: “Rojiblanca es mi patria / y su sonrisa esmeralda / Su voz al son de guitarra / Y a golpe de cajón y arpa / Es el pregón libertario / De una patria que nos llama”. Son versos medidos, octosílabos con aplicación de licencias poéticas, utilizados obviamente para demostrar la rigurosidad métrica de un tipo de verso muy asentado en la cultura popular. Así mismo, desde el punto de vista de las tendencias poéticas resulta evidente la preponderancia de la phanopeia, que consiste en la creación de imágenes visuales; sin dejar de lado la sutileza inteligente concentrada en el título del poema. Este ejemplo de su producción poética nos revela a un creador atento a las formas clásicas del quehacer poético.

En su poema Mi gato negro, escribe: “Mi negro gato travieso / Ronronea sin parar / Afina siempre sus uñas / Porque le gusta cazar”; donde continúa utilizando el octosílabo pero su temática se traslada a un ámbito diferente, que es el doméstico. La tentación del lector atento será relacionar fácilmente el campo semántico de los versos con un pensamiento político, pero los dos últimos versos lo desengañarán positivamente, pues se trata de un texto sentimental: “Con las gatitas hermosas / Suele soñar y soñar”. Este ejemplo demuestra la versatilidad del poeta Juan Romero, quien no se encapsula en rigores intelectuales inamovibles, sino que practica el concepto de libertad sin límites al momento de la creación estética.

En su obra La preocupación de un libro, Juan Romero exhibe sus dotes de narrador, describiendo meticulosamente sensaciones y lugares, concentrando una gran carga semántica en pocas líneas para construir un texto conciso e inolvidable. No debería decirlo, pero es inevitable, se trata del monólogo de un libro que está muy preocupado por su propio destino. Al recorrer sus líneas, el lector sentirá nostalgia, pesar, arrepentimiento, culpa y esperanza. Es un texto literario de valor superior, que merece atención, análisis y difusión calificada.

Actualmente, Juan Romero es el Presidente de la agrupación Korillacta (pueblo de oro), que se fundó en la década de 1970 y luego de una importante actividad cultural entró en un largo proceso de reflexión interna hasta que, hace pocos años, ha reaparecido con fuerte presencia e intensa actividad en el escenario cultural piurano. Juan Romero es un escritor cuya obra debe ser rescatada y promovida.