Los investigadores climáticos saben con certeza que el calentamiento global traerá lluvias intensas; es decir, por aquí en la zona norte podrían desfilar varios Niños en los próximos años con más frecuencia. Lo preocupante es que, a pesar de esta advertencia, el gobierno central y los gobiernos locales y regionales siguen empecinados en colocar parches en vez de ejecutar verdaderas obras de prevención.
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“La prevención no requiere un pronóstico”, dice Ken Takahashidel Instituto Geofísico del Perú, quien participó en el VI Foro Internacional de Gestión de Riesgo de desastres en la UNP. Y tiene razón, aquí en la región hemos sobrevivido a tres fenómenos El Niño (83, 98, 2017) que han inundado y desbaratado ciudades, puentes y carreteras, pero seguimos igual: colocando parches en vez de hacer obras definitivas que protejan a la población.
Igual siguen dando permisos y construyendo en zonas inundables; se hacen puentes y carreteras con materiales no aptos para zonas lluviosas y hasta se gestionan proyectos insignificantes, cuando lo que se requiere son obras de impacto que puedan asegurar la salud y la vida de los piuranos.
