La detención de 10 policías de Tránsito en Tumbes, acusados de pertenecer a la organización criminal “Los Cuponeros”, refleja el nivel de descomposición de una de las instituciones más importantes y emblemáticas para la seguridad del ciudadano: la PNP.
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Además de estos 10 detenidos, existen 12 casos más de policías atrapados in fraganti este año: cinco están en prisión y siete son investigados por cohecho pasivo (“coima”), por pertenecer a una banda criminal e, incluso, por nexos con el narcotráfico y corrupción. Dos de las secciones que mayores problemas generan al ciudadano son, quizás, Tránsito y Carreteras con sus constantes “operativos” que centran su atención solo en los vehículos.
Mientras en las calles faltan policías, afuera de las discotecas y restaurantes (en horas de la noche) y en las salidas de las ciudades sobran, así como motos y patrulleros. Lo curioso es que su objetivo son los vehículos o la carga que llevan, olvidándose de los ocupantes, así puedan ser integrantes de alguna banda o tener requisitoria. Parece que olvidaron la orden del ministro del Interior de dejar de perseguir vehículos y dedicarse a dar seguridad al ciudadano.