Las pruebas están hoy en la frontera con Chile y en los problemas de inseguridad que vive el país. El idealismo socialista, una vez más, termina siendo solo una ilusión.
Hoy le tocó a Argentina, cuna del peronismo y de la izquierda histórica en ese país, cuyos gobiernos la ha llevado a una de las crisis más graves de los últimos 50 años, al punto que padece una inflación del 104,3%; con niveles de pobreza mayores al 40% y con la intención de dolarizar la economía como única solución para detener la inflación.
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Para darnos una idea, la situación económica de Argentina es similar a la que dejó Alan García en el 90. Por esa misma ruta caminaba el Perú con el gobierno de Pedro Castillo, quien era avivado por sus incondicionales, asesores e ideólogos sin prever la tremenda resaca que se viene después de la fiesta de bonos y los gastos de palacio que en solo 11 meses se dilapidó más de S/ 3 millones 800 mil en agasajos y alimentos.
