La llamada “ley mordaza” que eleva de tres a cuatro años la pena de prisión (efectiva) contra quienes cometan delito de difamación a través de la prensa y otros medios de comunicación, volverá a ser sometida a su segunda votación. De aprobarse, se convertiría en el arma más eficiente para la impunidad de los corruptos.
La intención del Congreso es clara: acallar las investigaciones periodísticas imponiendo pena de cárcel efectiva, pues este delito ya está tipificado en el actual Código Penal, además de existir el código de ética de los propios medios para evitar excesos.
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Pero eso no es suficiente, el Congreso quiere intimidar, la autocensura o anulación al periodismo de investigación porque es “nocivo” a sus intereses de poder.
Lo irónico de esta norma es que quienes la defienden con furor son quienes tienen cuentas con la justicia. Los Niños, los Cerrones y hasta los apepecistas alientan a que esta norma se apruebe y así evitar que la prensa haga pública las andanzas de funcionarios y congresistas mocha sueldos, lobistas y aprovechados.