Con nuevo gabinete presidido por Walter Martos, lo que se espera es que el parlamento le dé el voto de confianza. Sin embargo, esto no será tan sencillo por lo peligroso y calculador que ha resultado ser el actual Congreso, el cual acaba de adjudicarse un récord en el país: censurar a un gabinete sin haber ejercido sus funciones. Todo por pura táctica política.
La expectativa ahora es si Martos saldrá airoso en su primera presentación en el hemiciclo, pues carga una mochila pesada por haberse ratificado a dos ministros, la de Economía y el de Educación, cuyas cabezas están pedidas en el Congreso. Es más, para algunos parlamentarios como los del ala más dura de APP, el mantener a ambos ministros es una necia provocación de Martín Vizcarra, que podría generar más tensión.
El hecho es que, aunque se hayan enarbolado banderas de paz y se haya ensayado discursos de confraternidad, la confrontación política, según coinciden los analistas, no cesará porque de por medio no está la preocupación por el destino del país, ni mucho menos la recuperación de la economía, sino en un proyecto más ambicioso cuyo horizonte está en abril del 2021.