Llegó el día más esperado de abril para elegir presidente y a 130 congresistas. Con la pandemia rondando esquinas, la fiesta electoral se ha retraído casi una obligación; aun así es un deber cumplir, pero antes de decidir por quién votar, habrá que tener en cuenta algunas advertencias.
Recordar que ningún candidato tiene la fórmula mágica para cambiar el país en un abrir y cerrar de ojos. Que no todas las promesas hechas en campaña son fáciles de cumplir, como eso de subir a un avión y traer las vacunas; o meter presos a todos los corruptos.
Los laboratorios tienen millones de pedidos como para dar prioridad a un presidente; y, encarcelar a los corruptos no es decisión del presidente sino del Poder Judicial. Otros prometen nueva Constitución, como si esté fuera el problema de una nación y no quienes la gobiernan; en fin hay una y mil ofertas y no todas son creíbles.
Lo real es que debemos cumplir con nuestro derecho de votar, pero bajemos el tono de nuestras expectativas; no hay iluminados, pero sí equipos y postulantes, unos más capaces que otros. Eso tendrá que descubrirlo cada uno de los votantes hoy. Qué el Todopoderoso los ilumine.