Por estos días la promesa fácil, las sonrisas disforzadas y el cargar bebes ajenos con un falso paternalismo es el pan de cada día. Una tropa de aspirantes a recibir un sueldo y ostentar un poder en el Congreso recorren calles, se cuelan en las redes sociales y hasta tienen equipo entrenado (y pagado) de troll encargados de bajarse a punta de insultos a quien intente comentar o compartir algún defecto tenebroso del aspirante a congresista.
Por ello, muchos piuranos se preguntan: ¿En este tropel de postulantes habrá quiénes valgan la pena –por sus méritos y conducta-, adjudicarse la representación de nuestra región? Desde hace mucho el modelo de perfil deseado por la población se desvaneció. Ya no hay políticos de convicción o ideología y los que llegaron ven la política como tabla de salvación a su impunidad o para ganar poder.
En las dos últimas décadas nuestros representantes pasaron sin pena ni gloria por el Congreso. ¿Qué méritos han hecho por la región? Esta vez tenemos otra oportunidad para escoger a siete representantes, el abanico de posibilidades es amplio, por ello es mejor elegir por méritos y trayectoria antes que por agradecimiento o populismo.