Resulta paradójico que los candidatos más polémicos y odiados por un sector de la población peruana hayan resultado ser los más votados en estas elecciones ¿amor y odio?
Allí tenemos al llamado “Lagarto” Martín Vizcarra quien suma más de 71 mil votos y, si la justicia no le pone grilletes antes, podría ser el próximo presidente del Congreso al ser el más votado a nivel nacional.
Luego tenemos al polémico José Luna Gálvez, investigado por presuntos nexos con “Los Cuellos Blancos” y otro rosario de denuncias que van desde el lavado de activos hasta ser cabecilla de la organización criminal “Los Gánsteres de la Política”.
Él acumula más de 32 mil votos y volverá, a partir del 28 de julio, a cubrirse con el manto de la inmunidad parlamentaria por cinco años más.
La cereza del pastel lo pone la propia Keiko Fujimori, quien cosecha el mayor porcentaje antivoto a nivel nacional, pero –sorprendentemente- mantiene un sustantivo bolsón de fieles adherentes que la han “premiado” con la segunda vuelta electoral y podría convertirse en la primera mujer en sentarse en el sillón de Pizarro. No sabemos si de ese odio nacerá el amor, pero sí la necesidad.
