Es penoso e indignante que la construcción de cuatro hospitales estratégicos –en un momento en que se requiere luchar contra una pandemia-, estén abandonados.
El de Los Algarrobos, que debió culminarse este año, tan solo llega a un 40% de avance, pero ya está en polémico arbitraje, acción judicial que casi siempre termina perdiendo el Gobierno Regional.
El trasfondo de este problema es casi el mismo: expedientes técnicos desactualizados e irreales porque quienes los elaboran ni siquiera conocen la zona de construcción; basan su trabajo en copiar otros expedientes y cuando éste se entrega al contratista, se encuentra con que los gastos operativos son mayores a los que indica el expediente. De allí nace el famoso “adicional” que, si no es aprobado, termina en el polémico arbitraje.
El “diezmo” corona la ineficiencia en la ejecución de estos proyectos. La incapacidad y el robo es tal, que en la región existen decenas de obras de envergadura paralizadas; otras burdamente remendadas y otras tanto fantasmas, nunca se hicieron pero aparecen como ejecutadas y cobradas groseramente con la complicidad de malos contratistas.