En un momento en que se requiere con urgencia iniciar las obras de mitigación en toda la región -antes que nos caiga el aguacero-, la burocracia estatal y la inexperiencia se encargan de rechazar las fichas y paralizar todo proceso de aprobación de las mismas y, por tanto, su financiamiento como lo denuncian los propios alcaldes.

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Las fichas son un documento técnico express sobre las obras necesarias y urgentes que se requieren financiar, pero al ser enviadas a los ministerios o al MEF, se quedan estancadas porque cada funcionario interpreta a su manera el contenido de las mismas, rechazándolas porque están mal elaboradas no tienen el rigor de un expediente técnico cuando saben que para un “expediente” se requiere mucho más tiempo. 

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El tema de fondo es el peloteo que sufren esas fichas y los alcaldes cada vez que van a Lima. La ministra de Vivienda jura que se están atendiendo los pedidos de los municipios, pero los burgomaestres dicen lo contrario. ¿A quién le creemos? Lo real es que por ahora no se ven obras de mitigación ni ajetreos de ningún tipo en las cuencas ciegas de la región a pesar que ya tenemos dos Niños a punto de nacer.