La llegada al país de la variante EG.5 de la Covid-19 complica aún más la situación de vulnerabilidad sanitaria de los piuranos debido a las circunstancias en que esta nueva ofensiva encontrará a la región, pues solo es cuestión de días o semanas para que llegue al norte.
En primer lugar, en lo que resta del año, el sector salud ya no tendrá que hacer frente solo a una epidemia de dengue -que aún no se ha ido-, sino también y al mismo tiempo a un brote de esta nueva cepa del coronavirus.
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Otra de las debilidades es que la nueva variante llega cuando los piuranos se han olvidado de la covid, si bien se logró un aprendizaje y mayor conciencia sobre la importancia de las medidas de seguridad, ahora todos se han confiado y le perdieron el miedo al virus. Si aún con altas cifras de letalidad y de pacientes, la gente relajaba las medidas de bioseguridad –constante lavado de manos, desinfección con alcohol, uso de mascarilla-, ahora el descuido podría ser mayor dado que, según los infectólogos, aún no se ha demostrado que la EG.5 tenga alta letalidad.
Lo que no ha disminuido es la velocidad del contagio. Es más, este nuevo linaje se propaga mucho más rápido, existiendo alta probabilidad de que muchos pacientes con dengue se infecten con covid al mismo tiempo, incrementando el riesgo de complicarse.
Es urgente que la Covid-19 sea incluida en el plan de respuesta de la Diresa y que se empiece a socializar desde ahora. Prevenir mediante educación sanitaria y lograr que la población se involucre en la tarea de prevenir, es mucho más necesario ahora dado que, con el incremento del calor y conforme nos acercamos al verano, en los establecimientos médicos aumentará también la demanda de atención por otros males propios del calor y por las comorbilidades.
La gran fortaleza en la lucha contra el Covid es que esta vez encuentra a Piura abastecida con vacunas, prácticamente en todos los centros de salud es posible vacunarse, ha dicho la Diresa. Sin embargo, esto de nada servirá si la población persiste en no acudir a poner el hombro. Hasta ahora solo 8.9% de los piuranos de 18 años a más ha recibido la primera dosis de la vacuna bivalente, el resto, incluidos muchos de quienes sufre diabetes, hipertensión, etc. no lo han hecho. Cuidado, infectarse sin estar vacunado y teniendo comorbilidades todavía puede ser mortal.