En la declarada pandemia por coronavirus todos tenemos el deber de colaborar para que esta enfermedad no es expanda a niveles alarmantes.
Sí, todos, sea cual sea nuestra profesión, fortuna o posición, etc., debemos tomar en cuenta las recomendaciones dadas por las autoridades.
Como dice el refrán, mucho ayuda el que poco estorba. Sin embargo, ¿no es un estorbo, un sabotaje a la salud pública, que el Estado no haya garantizado durante décadas el abastecimiento de agua a las familias del Perú?
¿Cómo es posible que, solo en la región Piura, al ritmo actual de avance de la EPS Grau, dotar de agua a todo nuestros vecinos y coterráneos podría tomar más de cien años, según cálculos oficiales? ¿Se podría culpar a alguien de no lavarse las manos cuando el único caño de la zona no le pertenece?
¿Por qué el presidente Vizcarra nos exige “comportarnos a la medida” de las circunstancias? ¿Cuándo el Estado se comportó así con los menos favorecidos de nuestra patria? ¿Qué podemos decir -por otro lado- de aquellos alcaldes que prometen desaparecer la basura y, sin embargo, permiten que se formen asquerosos muladares cerca de los mercados y las zonas residenciales? Recordemos que una mesa coja corre el riesgo de caerse.
Es necesario replantear las medidas sanitarias para que puedan incluir y proteger al mayor número de personas, sobre todo a las que no pueden acceder con facilidad a los recursos básicos de toda acción preventiva.
Hay que recordarle al Gobierno que atender al pueblo no significa solo cerrar un parlamento -más allá de si ello fue justo o no-, sino también solucionar las demandas humanitarias de la sociedad.
Esta requisitoria contra el poder no disminuye la responsabilidad de los ciudadanos que sí pueden protegerse. Pensemos en nuestros niños: ¿el cierre de los colegios es suficiente?
Evite también las fiestas, las reuniones que pudieran contravenir el espíritu de la reciente prohibición gubernamental.
No seamos tercos frente a una enfermedad cuya letalidad objetiva es menor frente a otras gripes o el dengue, pero que podría dispararse si la población es negligente con su higiene personal, o si las autoridades son obtusas para entender que el crecimiento (?) va de la mano con la universalización progresiva de los servicios.