¿Recuerdan que en una de sus visitas, el presidente Vizcarra exigió al Gobierno Regional llegar a fin de año con el 80% de su presupuesto invertido? ¿En cuánto creen que estamos?
Hoy es la quincena de setiembre y apenas vamos en 21,7%. Estamos en primeros lugares, dicen los que le cuentan mentiras al gobernador. La única verdad es que estas cifras demuestran que en el GORE hay incapacidad y demasiada indolencia.
Sí, podemos encontrar mil y un excusas: el coronavirus, la Reconstrucción atrasada, la paralización económica nacional y la recesión internacional, etc., pero ¿cuáles han sido las gestiones del gobernador García, un gobernador tan transparente en sus actos que ni se le ve.
Nadie sabe dónde está. Desaira a presidentes, ministros, autoridades, etc. No va a ninguna reunión y parece dejar a la región a su suerte. Quizás pensó el señor García que gobernar Piura era sencillo, que todo se reducía a cambiar logos, pintar de rojo la sede principal del Gobierno Regional, regalar comida, ningunear a su vicegobernador, etc. Lo que ocurre en el GORE es penoso y las cifras lo demuestran. Podrá echarle la culpa a la pandemia, pero lo cierto es que no se necesitaba ser adivino para avizorar que la inversión sería paupérrima. Desde el principio hemos visto a un gobernador que repite y exagera los defectos de sus antecesores, pero no imita ninguna de sus virtudes.
Piura clama por obras, por proyectos que permitan reactivar el empleo, pero Servando García enmudece. ¿Pensarán en el GORE que, como todos estamos atentos a la novela de Vizcarra, sus secretarias y Richard Swing, nos íbamos a olvidar de las miserias de esta gestión? En Piura no solo se han olvidado de hacer obras, sino que, según los datos proporcionados por el decano del Colegio de Economistas de Piura, Humberto Correa, la región, económicamente, ha decrecido en un 34,6%.
¿Y qué hace el Consejo Regional para equilibrar la balanza y lograr que la cordura prime en esta gestión? Tampoco lo sabemos. Parece que cumplen todos los representantes provinciales una cuarentena estricta que les impide, siquiera, mover un dedo. Si el Ejecutivo y el Legislativo regional no funcionan, ¿podemos contribuir al crecimiento y desarrollo anhelados? Despertemos.