A diferencia de su lenta reacción ante los llamados de los usuarios de las urbanizaciones y asentamientos afectados por la falta de agua y afloramiento de desagües derivados de una evidente falta de previsión, la EPS Grau se apresuraba ayer a informar que ya había puesto en funcionamiento algunos de los pozos que habían paralizado por problemas en la cámara Las Dalias.

Lo que los comunicados de prensa dirigidos a lograr un desesperado borrón y cuenta nueva no decían era cuál será en adelante el plan de contingencia que aplicará la empresa para garantizar el abastecimiento de los servicos básicos de agua potable y alcantarillado, indispensables para lidiar con la pandemia en los siguientes meses.

El comunicado tampoco advierte que es la segunda vez en cuatro meses de crisis sanitaria, que la empresa abusa de la población mediante cortes masivos del agua potable por fallas en sus cámaras de bombeo.

En los primeros días de junio numerosas urbanizaciones y asentamientos de Castilla estuvieron a merced del coronavirus al quedarse sin agua, y sin aviso previo, debido a fallas en la cámara El Cortijo.

Nunca antes los piuranos necesitamos extremar la higiene personal, desinfectar alimentos y viviendas, debido a la amenaza de un virus mortal; sin embargo, la EPS Grau vuelve a demostrarnos que nada garantiza que este tipo de cortes, con inundación de aguas negras incluida, no vuelvan a presentarse por falta de mantenimiento. Al menos en Las Dalias, tal como lo advierte Defensoría del Pueblo, no era la primera vez que la cámara tenía problemas. No solo eso: debido a la ausencia de un mecanismo de purga de aire, el sistema que tiene (en parte) líneas de impulsión de cemento y no de PVC, soporta alta presión y puede sufrir averías en cualquier momento.

Si Fiscalía y Sunas intervienen, tal como ha solicitado el representante de Defensoría, deberían preguntar al gerente y directores, para quienes el alcalde y congresistas piden su renuncia, ¿por qué, conociendo los problemas, no se hacen las reparaciones o mantenimiento oportuno?

Si en el país la pandemia es una razón más que suficiente para reestructurar el sector salud, en Piura la falta de un plan de contingencia e improvización de la EPS Grau, hacen necesario hacer cambios profundos en la empresa.