Mientras el gobernador se las ingenia para remar en medio de tanta inestabilidad generada por su deficiente gestión que tambalea, entre otros problemas y escándalos, por el destape de una presunta red de corrupción que habría operado en el GORE, ¿Cómo marcha la ejecución de obras que se supone iban a ayudar a dinamizar la recuperación del empleo y la reactivación económica?

Ayer la entidad regional estrenaba a su tercer gerente general en solo 40 días, con la consecuente inestabilidad para la gobernabilidad de la institución, lo que a la vez genera serias dudas sobre la ejecución de proyectos. Si antes de la pandemia el nivel de gasto público era uno de los más bajos del país, es de imaginar que las cosas no han mejorado, han empeorado; si el nuevo gerente quiere hacer mejoras, solo quedan poco más de cinco meses para usar el actual presupuesto asignado. Es más, una representante de Vigilia Ciudadana se pregunta si con tan serios cuestionamientos y procesos abiertos, el gobernador podrá llegar al final de su mandato.

Las evidencias saltan a la vista. La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios ha expresado su preocupación por la lentitud con que avanza la construcción de los hospitales estratégicos de la sierra. Hasta febrero, la construcción del establecimiento Jesús Guerrero Cruz, en Huancabamba, registraba un avance de 31%; Huarmaca y Ayabaca solo tienen 30% y 25% de avance, respectivamente.

En el caso de estos dos últimos, su ejecución empezó en el año 2019 y sufren constantes paralizaciones.
A inicios de mayo, un informe de la empresa Pronte al GORE advirtió sobre un presunto pago irregular de más de 23 millones de soles por obras no ejecutadas en el tramo II de las defensas ribereñas de Piura, dando lugar a un pedido de investigación fiscal y el pedido de intervención de la Contraloría en esta millonaria obra, valorizada inicialmente en más de 98 millones de soles.

A esto habría que agregarle las investigaciones por la compra de mascarillas de dudosa calidad y la contratación de funcionarios de confianza sin cumplir con el perfil requerido. Las consecuencias de una de las peores gestiones regionales ya la padecemos los piuranos al estar en la cola de las vacunas. Hasta junio 2021, en ejecución de obras solo vamos al 26% y habría más sorpresas.