Como si no fuera suficiente con causarle daño a Piura con tanto retraso y lentitud en las obras de prevención y mitigación que muy probablemente no estarán listas para proteger a las familias frente a los embates del inminente Niño que se avecina; el Gobierno está apurando la paralización de obras millonarias actualmente a cargo de la Autoridad para la Reconstrucción (ARCC), cuando esta sea desactivada dentro de dos meses para ser reemplazada por la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN).
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Desde este matutino hemos criticado constantemente el que la ARCC no haya priorizado ni agilizado obras urgentes que exige la población para ejercer su derecho de vivir seguros y sin sobresaltos por la amenaza de desborde cada vez que llueve en las zonas altas. También hemos alertado lo perjudicial de cambiar constantemente a su director y privilegiar el manejo político a lo técnico.
Precisamente por ello, y teniendo en cuenta las recomendaciones de especialistas y las propias autoridades regionales, la solución a las trabas que impiden una mayor eficiencia por parte de la ARCC no es el borrón y cuenta nueva que se pretende hacer, sino exigirle que acabe con los debidos estándares de calidad los proyectos encomendados.
Tal como señala el gobernador regional, es necesario romper con esa mala costumbre de la política peruana de no acabar lo que se inicia. Y es que aquello que los voceros del Gobierno pretenden hacer ver como un inofensivo cambio de nombre, ARCC por ANIN, es más complejo y perjudicial para Piura de lo que parece: los proyectos pueden regresen a foja cero debido al cambio de parámetros entre instituciones. Mientras La ARCC es ejecutora y financiadora, ANIN solo es ejecutora y no financia nada.
Así el panorama, lo más prudente y salomónico es que se amplíe la vigencia de la ARCC no solo para que se haga responsable de lo bueno y de lo malo de los avances de más de 200 obras pendientes por S/ 1.300 millones, sino para que sus funcionarios no evadan su responsabilidad.
La otra gran razón es evitar que el Gobierno tenga pretextos para dejar a Piura sin estos presupuestos millonarios o para incrementar las obras paralizadas.
