La clave de la fortaleza está en enseñar a tu hijo a ser mentalmente más fuerte, a superar los desafíos más
difíciles de la vida. La fortaleza mental requiere que prestes atención en la forma en que piensas, sientes y actúas.
Pensar en grande, sentirse bien y actuar con valentía ayuda a desarrollar nuestros músculos mentales. Se necesita práctica, paciencia y refuerzo constante para poder realizarla en forma natural.
Se puede lograr empoderando al niño. Un niño empoderado no depende de otros para sentirse bien. Por ejemplo, si tu hijo te dice: “Mi amigo metió dos goles más que yo en el partido y eso me hace sentir mal conmigo mismo”, le está dando poder a otra persona sobre sus emociones.
Otra forma de empoderar es crear frases claves que pueden repetirse a sí mismos, que demuestran que dominan sus pensamientos, forma de sentir y comportarse, independientemente de cómo les va a las personas que le rodean (“ten confianza”, “soy lo suficientemente bueno”, “elijo ser feliz hoy”, “puedo hacerlo”). Esto les ayudará a evitar esas “voces negativas” de su cabeza que intentan convencerlos que carecen de potencial para tener éxito.
Los niños mentalmente fuertes entienden que el cambio puede ayudarles a convertirse en personas aún más fuertes y saben cuándo decir no. Son dueños de sus errores. Reconocer sus errores les ayuda a desarrollar su carácter: los niños valientes reconocen lo que hicieron mal y se disculparán, y evitarán volver a cometer el mismo error; también celebran los éxitos de otras personas.
Los niños mentalmente fuertes apoyan a sus compañeros y se concentran en rendir al máximo sin preocuparse cómo les va a los demás. Fallan y lo vuelven a intentar. El fracaso duele y puede resultar vergonzoso, decepcionante y frustrante, pero las personas que logran el éxito han fracasado en el camino.
Los expertos han descubierto que los niños se desempeñan mejor cuando se enteran que muchas historias de éxito comienzan con el fracaso. La fortaleza mental es tan importante como la fortaleza física y el dolor ocasionado por las pérdidas humanas a causa del COVID, entre otras dificultades, nos ha demostrado la importancia de desarrollarla desde los primeros años.