La tasa de mortalidad por coronavirus en la región ha bajado pero, lejos de cantar victoria, esto nos debe servir como estímulo para seguir cuidándonos. Volver a las medidas primarias de prevención (lavado de manos, uso de mascarilla, distanciamiento social) es importante para contribuir al descongestionamiento de los hospitales y las áreas UCI de las villas COVID.
Así también, es necesario que la fuerza de la ley se imponga y se ponga freno a las fiestas clandestinas, el funcionamiento de bares ilegales y la desobediencia en el transporte público a las medidas sanitarias. A diario vemos cómo estas normas son desacatadas por algunos ciudadanos que, sin saberlo o a sabiendas, se convierten en portadores peligrosos de la COVID-19. Protejamos a nuestras familias y a nuestra sociedad. De continuar esta tendencia a la baja (actualmente es de siete fallecidos por día en vez de los once que se contaban hace poco), en las UCI se podrá tener más camas disponibles en los próximos dos meses.
La próxima vacunación será una gran ayuda para prevenir una tercera ola de contagios, pero no es la única alternativa; la ciudadanía debe seguir ayudando con su buena disposición y buena conducta. Recordemos que este virus, a pesar de todos los estudios habidos y por haber, ha llegado para quedarse. No habrá un retorno a la “normalidad” que teníamos en el 2019 y no debemos ser ajenos a las circunstancias y los cambios que nos impone.
Por otro lado, para el sostenimiento de la lucha contra el coronavirus, es importante que las autoridades dejen de lado los criterios políticos (politiqueros) y se preste oídos a los voceros técnicos. Ha causado desagradable sorpresa la exclusión del Colegio Médico de Piura del Comando COVID regional. Se supone que en esta etapa, todos los esfuerzos suman y las opiniones profesionales son de suma importancia, por lo que es un despropósito peligroso la exclusión del gremio de galenos de esta junta. ¿Qué se pretende? ¿Avalar medidas contrarias al parecer de la comunidad científica? ¿Regalar ivermectina a diestra y siniestra, como si fueran plátanos y pescado, sin ningún criterio sanitario?
Tratar de imponer criterios ajenos -¿electorales?- a los de carácter científico podría ocasionar un retroceso grave en esta batalla por la vida y la salud.