La capacidad de gestión de un gerente tiene que ser medible y, sobre todo, objetiva. Para que así sea, es importante llevar un sistema de control de los principales indicadores de gestión y recordar la premisa empresarial: “lo que no se puede medir no se puede controlar y lo que no se puede controlar no se puede administrar”.
En el campo empresarial suelen usarse los indicadores claves de desempeño, que son métricas que ayudan a identificar el rendimiento de una acción o una estrategia alineada con el propósito de la organización. La evaluación de desempeño es la mejor manera de poder calificar un adecuado manejo gerencial del líder de la organización.
¿Y cuáles deberían ser los principales indicadores de desempeño para evaluar la gestión de un gerente? En general, pueden ser muchos. Estos KPI aplican para todas las áreas de la empresa. Pero refiriéndonos al gerente, este se debería enfocar en aquellas que van en la línea estratégica de la empresa, en coherencia con los objetivos de la organización.
En una empresa, los indicadores de gestión pueden ser financieros, económicos, de atención y servicio, de clima laboral, de calidad, de operaciones, entre otros. Sin embargo, es aconsejable que el gerente pueda concentrarse de manera prioritaria en tres: la rentabilidad de la empresa, el clima laboral y la satisfacción de sus clientes.
Para ello, es importante que previamente se haya hecho un buen trabajo de planificación en estos frentes que permitan establecer metas concretas que nos ayuden a tener un patrón de referencia para poder comparar los resultados reales versus lo presupuestado en cada periodo y corregir, si fuese el caso, alguna eventual desviación.
Pero, para que lo anterior ocurra, es clave que dos agentes del negocio estén muy satisfechos y motivados: los colaboradores y clientes. Sin duda, un buen clima laboral ayudará mucho a brindar un magnífico servicio a los usuarios finales, lo que se traducirá en repeticiones de compra y por ende en una mejora de la rentabilidad de la compañía.
Como vemos, estas tres variables claves están muy relacionadas entre sí y la buena marcha de estas le darán continuidad y crecimiento a cualquier organización de negocios.