Empiezo ratificándome en lo comentado en mi blog. ¿Es imposible perdonar? ¿La democracia tiene dueño? El indulto a Fujimori es parte de los psicosociales a los que nos tienen acostumbrados la clase política.
Recordemos que otros presidentes, incluso el mismo Ing. Alberto Fujimori, indultó o puso en libertad a terroristas. ¿Quién moraliza a los moralizadores? El que se sienta libre de pecado, que arroje la primera piedra.
Otra referencia: en 2016, cuando Fuerza Popular ganó mayoritariamente las elecciones congresales, se montó una malévola contracampaña, aduciendo que no se le podía otorgar todo el poder. A pesar de ello, Kuczynski ganó por “un pelo”( PPK 50.12% y Keiko 49.88%). Ni qué decir de la corrupción, que tanto se vocifera: más bien, en lugar de eliminarla, se ha sofisticado. La inteligencia se ha puesto al servicio del delito y las cárceles son escuelas del delito. ¿O me equivoco?
¿Por qué todo se lo cargan al fujimorismo?, ¿la venganza es dulce?, ¿les importa un comino la paz en el Perú?, ¿por qué profundizan las discrepancias?
¿Quién financia las encuestas, que no aciertan una? Pero algunos medios de comunicación les dan amplia cobertura, desorientando a la ciudadanía; incluso, para sus análisis, toman como aciertos los dichos de sus “expertos”. Analicen, el largo cuestionario no lo responde el común de la gente por escoger un término.
Cuando el ser humano muere, nos acordamos de lo bueno que fue y no de lo malo que era. Entonces, reflexionemos igual con el expresidente. La democracia no es un bien que se compra o se negocia, sino un sistema político que pertenece a las sociedades del mundo. A los que integran el antifujimorismo, les recuerdo que anhelo se cumpla la sentencia popular “más vale tarde que nunca”. Cuidado con “pisar la cáscara de plátano” para no resbalar y caer.